Dejamos el coche en el aparcamiento de la Hoya de la Mora. Nada más bajar del coche notamos las fuertes rachas de viento que no habrían de dejarnos en gran parte de la jornada, siempre que hemos caminado hacia el Veleta por la cara sur. Un viento fuerte, duro, implacable, que hace penoso el dar un paso y que al menor descuido te vuelca o al menos, así lo parece.
Pasamos junto al monumento a la Virgen de las Nieves y encaramos sin prisa y sin pausa, la constante subida hacia las Posiciones del Veleta, cara al viento y notando las ráfagas de frio intenso que nos obligan a echar mano a la ropa de abrigo.
Por estos parajes, recibimos la gran alegría del fortuito encuentro con el amigo, y es que la montaña une irremediablemente.
Una vez en las Posiciones del Veleta, nos dirigimos hacia el Corral del Veleta, usando para ello el acceso conocido como el Veredón Superior. Un sendero, muy empinado, aéreo, no apto para los que padecen vértigo, con abundante piedra suelta y que hay que acometer tomando las debidas precauciones. No valen errores, ni traspiés.
Poco a poco, afianzando bien la pisada y puntos de apoyo con los bastones, llegamos a la base del Corral del Veleta, visitando la lagunilla allí existente, de agua barrosa, resultado de la nieve con polvo sahariano que en meses pasados cayó en la Sierra. Este circo glacial es impresionante, tajos cortados a pico, paredes verticales de intrépidas hazañas de escalador, silencio majestuoso, apenas roto por el piar del gorrión alpino o del acentor. Cada paso invita a pararse, a contemplar y a deleitarse, en callado respeto a estas piedras y ventisqueros milenarios, boquiabiertos y alucinados. La carrera veloz de un zorro aparecido como por arte de magia de entre las lastras de pizarra, nos despiertan y nos devuelven a la realidad.
Toca salir del Corral del Veleta, buscando entre la abundante piedra suelta diseminada por la Cabecera del Guarnón, el sendero conocido como el Veredón Inferior, otro paso aéreo, más si cabe que el anterior, ahora en ascenso, y tomando las consabidas precauciones, casi sin darnos cuenta, nos va sacando del círculo glaciar. Paso a paso, deteniéndonos para disfrutar del momento llegamos hasta el Collado de la Esquiadora Susana, en donde se encuentra un monumento a esta fallecida esquiadora. Repetimos, sendero NO apto para personas que padezcan vértigo, requiriéndose un mínimo de preparación y de conocimiento de la montaña.
Hacemos un alto en el camino en el lugar en el que se encuentra el Monumento a Susana, algo que bien vale la pena, ya que este collado nos permite bellas panorámicas, al encontrarnos en la divisoria de los barrancos del Guarnón y del San Juan, y mire uno para donde mire, el aéreo paisaje no puede dejarte indiferente.
Toca ahora bajar por un sendero muy empinado y zigzaguante trazado en un extenso lanchar de piedra suelta de pizarra, hasta los borreguiles de la cabecera del Barranco de San Juan, amplio circo glacial en donde apacibles vacas y terneros dormitan bajo el sol, poniendo el punto pintoresco al paisaje.
Datos de la ruta:
- Senderistas: 2
- Recorrido: Circular, 11,5 kms.
- Itinerario: Hoya de la Mora-Virgen de las Nieves-Cauchiles-Posiciones-Veredón Superior-Corral del Veleta-Lagunillo del Corral-Túnel-Veredón Inferior-Monumento a Susana-Barranco San Juan-Mojón del Trigo-Hoya de la Mora.
- Dificultad IBP: 110. Requiere una preparación física Media/Alta y por la Dificultad de la Ruta es Dura/Muy Dura. Ver más datos IBP aquí>>>
- Acumulado: 971 m subiendo; 969 m bajando.
- Tiempo: 4 h 30 min en movimiento; 2 h 11 min detenidos.
- Media en movimiento: 3 kms/h
Track y perfil de ruta:
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