Esta jornada que empezó con mucho, mucho frío, el termómetro marcaba los -6º C cuando empezamos a caminar, nos ha llevado desde Tocón hasta Villanueva Mesía no precisamente por el camino más corto, sino todo lo contrario. Se trataba de andar, descubrir menos parajes y desde ese planteamiento, así se hizo.
La ruta empezó desde el monumento del Emigrante en Tocón, para subir las fuertes rampas hasta el cortijo del Pozuelo primero, y luego hasta la Corona del Capricho. A estas alturas y debido a la fuerte pendiente y el constante ritmo, el frio ya casi ni se notaba.
La ruta empezó desde el monumento del Emigrante en Tocón, para subir las fuertes rampas hasta el cortijo del Pozuelo primero, y luego hasta la Corona del Capricho. A estas alturas y debido a la fuerte pendiente y el constante ritmo, el frio ya casi ni se notaba.
Desde la cima del Capricho bajamos hasta la Cruz del Portichuelo, era típica de la zona que cuenta con una recuperada cruz, que señalizaba el punto de encuentro de fiestas ancestrales propias de este paraje pleno de cortijos.
Bajamos por el carril hasta la Fuente del Carrizal, para en este lugar saciar la sed y recuperar fuerzas con el refrigerio matutino.
Una vez realizado el breve descanso, tomamos el carril que va por el cortijo del Carrizal, para andar junto al barranco del arroyo de Ahogagatos, hasta la zona de las Peñuelas y del puente Talancos, para subir hasta la antigua vía del tren, por donde discurría el corto de Loja, recuperada en este tramo por formar parte de la Ruta Periurbana de Villanueva Mesía.
Seguimos este trazado al revés, para llegar bordeando el Genil hasta la plaza de la Iglesia en Villanueva Mesía, sitio en donde termina esta ruta.
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