Una nueva ruta por el Geoparque de Granada, en ese ardor que se nos ha venido encima para conocerlo en mayor profundidad, una tarea bastante difícil, ya que 4.722 kms cuadrados, 48 municipios y 72 Lugares de Interés Geológico (LIGS), dan para rato.
No obstante, empeño le estamos poniendo y en ésta ocasión nos desplazamos bien tempranito, hasta la Hoya de Baza y en concreto a los "badlands" de Castilléjar, esos cerros cubiertos de esparto, como dicen los lugareños, menos dados a palabras novedosas, por muy técnicas que sean.
Nos disponemos a seguir, del mejor modo posible, el sendero homologado por la Federación Andaluza de Montaña con el código PR-A 338.
Dejamos nuestro vehículo en la Plaza de la Iglesia, junto al Ayuntamiento castillejarano.
Antes de nada, veamos alguna información sobre este pueblo granadino.
Castilléjar es una localidad y municipio español situado en la parte meridional de la comarca de Huéscar, en la provincia de Granada, comunidad autónoma de Andalucía. Limita con los municipios de Huéscar, Galera, Cúllar, Benamaurel, Cortes de Baza y Castril. Por su término discurren los ríos Guardal y Galera.
El municipio castillejarano comprende los núcleos de población de Castilléjar —capital municipal—, Los Carriones y Los Olivos.
Cuenta con numerosas casas-cueva, tradicionales de las regiones de Andalucía Oriental y Murcia. Tiene una superficie de 131,22 kms cuadrados una población de 1288 habitantes. Un pueblo que paulatinamente se ha ido despoblando, ya que en la década de los 50 llegó a tener 3862 habitantes.
Bien abrigados, ya que estamos en pleno invierno y a estas primeras horas de la mañana, las temperaturas son bastante bajas, comenzamos a caminar pasando junto a la fachada principal de la iglesia de la Inmaculada Concepción.
Pronto enfilamos la cuesta de Santo Domingo pasando consecutivamente por las puertas del Ecomuseo (que está cerrado) y por la muy bien cuidada Ermita de Santo Domingo, hasta llegar junto al rio Guardal que mansamente va bordeando la localidad en el paraje de La Morería. Seguimos paseando por un amplio sendero que transcurre junto a una alameda y al cauce del río (pasando por un precioso puente de madera) hasta llegar a la carretera NE-7 que enlaza Castilléjar con Huéscar, en el punto geográfico en el que se unen los ríos Guardal y Galera, conocido como la Junta de los Ríos. En este enclave se encuentran un conjunto de paneles informativos de diferentes senderos que tienen aquí su inicio/fin: La Senda de los Primeros Pobladores y el PR-A 388 que es el que venimos a recorrer.
Tomamos dirección Sur, siguiendo las indicaciones, para a unos 500 metros aproximadamente, desviarnos a la izquierda por un frondoso túnel de tarajes que junto a la orilla derecha del rio Galera crecen, para tomando ahora dirección Noreste, comenzar a adentrarnos por la Rambla de las Gafas, del Seco o de Barranco Hondo que a partir de ahora seguiremos en suave ascenso y sin problema durante unos 4 kilómetros.
Se trata de un paisaje espectacular, de una belleza impresionante, en la que las formaciones de yesos y margas afloran por todas partes. Grandiosos cristales de yeso, conocidos como "espejuelos" brillan a nuestro alrededor, formando un caleidoscopio de luces que en más de una ocasión nos obliga a detener la marcha para contemplarlos boquiabiertos. Cristalizaciones grandiosas, caos de rocas en el lecho de la rambla, colgaduras de barro y algunas sismitas ponen el resto, haciéndonos pensar que estamos inmersos en un paraíso geológico, que bien ha merecido la forma de protección que tiene al ser declarado como Geoparque Mundial de la UNESCO, el 10 de Julio de 2020.
Estos cerros forrados de espesos espartales o atochares, en tiempos pasados fueron el sustento para muchas familias de la zona que vivían de su recolección en terrenos comunales. La progresiva entrada que hemos vivido en la "era del plástico", hizo que la utilidad de esta planta (el esparto) desapareciera paulatinamente.
Abandonamos la rambla en fuerte pendiente por un zigzagueante sendero que nos sube, no sin esfuerzo, hasta el Camino de la Alquería, amplio y muy bien de piso, pasando de los 771 metros de altitud de Castilléjar, a los 940 metros de altura en el mencionado camino, saliendo de la profundidad de la rambla, (cogiendo altura en poca distancia, lo que nos da una idea de la pendiente de la rampa), a grandes espacios abiertos que en sus primeros planos muestran las cárcavas y cerros por los que acabamos de caminar. En el horizonte contemplamos la panorámica a 360 grados, de las siluetas de Sierra Nevada, el Mencal, el Cerro del Jabalcón, la cadena montañosa de las Sierras de Cazorla, Segura y las Villas, el Marmolance, la piramidal y formidable Sagra, las Sierras de Orce y María y finalmente cerrando el círculo la granadina Sierra de Baza y su continuación natural, la almeriense Sierra de los Filabres. Es un lugar ideal para relajarse, tomarse un descanso y disfrutar de estos bellos paisajes a la vez que se reconforta el cuerpo con un buen bocado y refrescante trago de agua.
Pasado el momento de asueto, caminamos ahora a buen ritmo y muy cómodamente por el amplio carril, primero llaneando por las crestas de los cerros de Montoya y de la Loma Llana, para comenzar a descender suavemente, sin perder las hermosas panorámicas hasta las Cuevas de los Amos o de los Señores, en donde hay un pintoresco mirador que también nos aprestamos a disfrutar.
Estas Cuevas de los Amos, en realidad y en el pasado estuvieron habitadas por gentes que se dedicaban a recolectar los cristales de yeso, "los espejuelos", para someterlos, en hornos construidos al efecto, a un proceso de calentamiento que les hacía soltar todo el agua, para luego ser machacados y obtener así el yeso que se empleaba en la construcción. Eran otros tiempos, en los que el trabajo era duro y la vida se sobrellevaba con gran precariedad.
Toca ahora, adentrarnos por las calles del pueblo, para recuperar nuestro vehículo y a la vez disfrutar de un espléndido almuerzo en el Bar la Antigua Estación en el que somos magníficamente atendidos (menú del día 11 euros).
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