Con esta ruta que hemos denominado de "Las Cruces de Víznar y Alfacar" se dan por terminadas las XVIII Jornadas de Senderismo Maleno que se convocaron en octubre de 2019 y que por culpa de la pandemia hemos tenido que ir aplazando irremediablemente.
Vamos a visitar la zona suroeste del Parque Natural de la Sierra de Huétor Santillán, del que resumidamente ofrecemos la siguiente información obtenida de la web oficial de la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible de la Junta de Andalucía:
En el centro de la provincia de Granada, y a escasos 20 kilómetros de la capital, se encuentra el Parque Natural Sierra de Huétor. Un conjunto de sierras de media altura, donde se alternan estrechos barrancos, arroyos, tajos y calares que forman un relieve complejo debido a la naturaleza caliza del terreno que determina la abundancia de formaciones kársticas. En ellas, el agua se filtra hasta las entrañas de la montaña originando galerías y cuevas donde se acumula, como ocurre en la conocida Cueva del Agua. Posteriormente, emanará en forma de manantiales como sucede en Fuente Grande. Dos de los ríos que recorren estos parajes son el Darro y el Fardes, donde en este último existe trucha común y se ha convertido en un lugar de reunión para los aficionados a la pesca deportiva.
Uno de los principales atractivos de este parque natural es su facilidad de acceso, así como las numerosas pistas forestales que lo recorren, haciendo de él uno de los espacios naturales más visitados de la geografía granadina.
Pinares, encinares, quejigales, zonas de matorral y bosques de ribera componen un valioso mosaico donde encuentran abrigo una gran variedad de especies, muchas de ellas de un gran interés de conservación, como raros endemismos botánicos o especies emblemáticas y amenazadas como la cabra montés o el águila real.
El Parque Natural Sierra de Huétor cuenta con muchos otros alicientes aparte de su valiosa naturaleza, ya que es un lugar con un rico pasado histórico-cultural, especialmente gracias a su inestimable legado musulmán junto con el inconfundible sabor serrano de los pueblos de su entorno: Alfacar, Beas de Granada, Cogollos Vega, Diezma, Huétor Santillán, Nívar y Víznar.
De la cultura árabe se conservan legados como acequias, alquerías o los baños árabes de Cogollos Vega, mientras que en el pueblo de Víznar se puede visitar el neoclásico Palacio del Cuzco, declarado Monumento Nacional. Diezma es un estupendo mirador de Sierra Nevada. Este lugar permite el disfrute de los aficionados a la fotografía, ya que desde aquí se captan unas bellas panorámicas de la sierra vecina. También se podrán identificar en vuelo apareces como el águila real, cuyo majestuoso vuelo resulta inconfundible. Para reponer fuerzas, hay que degustar la gastronomía típica del lugar, desde el tradicional pan de Alfacar, el exquisito alimoje con bacalao o las famosas gachas con miel.
Vestigio de la historia reciente son las numerosas trincheras construidas durante la Guerra Civil española, auténticos miradores naturales desde donde se divisan las mejores panorámicas de este espacio.
Este domingo 5 de diciembre, con un día soleado, frio y espléndido, partimos desde el Centro de Visitantes del Parque Natural de Huétor Santillán situado en Puerto Lobo (1260 msnm), para caminar por un cómodo carril y llegar hasta el inicio del sendero del Barranco de la Umbría (1300 msnm).
Este sendero nos sube cómodamente por un lugar en el que nos vamos adentrando en un espeso pinar, y en el que de forma puntual aparecen grandes ejemplares de pinsapo (abies pinsapo) vestigio de experimentos forestales acaecidos en el siglo pasado. Veamos alguna información acerca de este árbol tan raro por estos parajes:
El pinsapo es un árbol de hasta 30 m de altura, de porte elegante y piramidal, que en algunos ejemplares viejos se torna retorcido o dividido en varios brazos (al ejemplar que presenta varios brazos se le denomina «pinsapo candelabro»). Se caracteriza por una corteza fina, de color gris claro, y con grietas oscuras de poca profundidad en los ejemplares maduros.
Las ramas del pinsapo se disponen en verticilos que decrecen en longitud a medida que se acercan al ápice.
Tiene hojas gruesas, rígidas y punzantes, de sección subcuadrangular, de color verde oscuro y con bandas estomáticas blancas apreciables en ambas caras. Tienden a disponerse de forma helicoidal sobre las ramillas.
La madera del pinsapo es blanda, con algo de resina y pobres características mecánicas, por lo que, unido a las dificultades de su aprovechamiento, no se utiliza en ninguna actividad concreta con profusión, aunque en tiempos pasados se le dio alguna utilidad dentro de la industria del papel. Es en lo ornamental donde el pinsapo adquiere su mayor valor, debido a sus características estéticas de porte y color.
Poco a poco, terminamos el continuado y fuerte ascenso cuando llegamos al Collado de la Cruz de Víznar (1484 msnm), desde donde empezamos a disfrutar de bellas panorámicas de la Vega de Granada y de la espectacular Sierra Nevada, que brilla, helada y majestuosa en el horizonte.
Después de un momento de respiro, reemprendemos la marcha subiendo ya de forma más suave por un cómodo sendero que se adentra de un espejo bosque, pleno de pinos, quejigos, chaparros, encinas y algún que otro pinsapo, todos estos árboles enmarcados en un rico y variado bosque mediterráneo, ahora adormecido debido a la época invernal en que nos encontramos.
Pronto superamos el Collado de la Rata (1551 msnm) que nos regala las mejores vistas en conjunto de todas las altas cumbres de Sierra Nevada que se nos presentan en todo su esplendor en el horizonte de oeste a este, nítidas y relucientes.
Llaneamos cara a Sierra Nevada, para descender hasta el carril que nos pone en las puertas de la Cueva del Agua (1586 msnm) en donde un espléndido mirador nos muestra la grandeza del Parque que estamos visitando: al norte el Peñón de la Mata, el Majalijar y el Collado del Agua, enclavado junto a Los Sillares. Al este un inmenso pinar con el valle por el que nace el rio Darro a nuestros pies. Al sur, Beas de Granada y Huétor Santillán, con el telón hermoso de Sierra Nevada que vemos más atractiva si cabe. Es un buen momento para asomarse hasta la boca de la cueva, tomarse un refrigerio y un merecido descanso mientras disfrutamos del paisaje y de la amistosa charla entre compañeros.
Continuamos la marcha bajando por el carril que se dirige hacia el Campamento Juvenil de la Alfaguara, para después de algunas curvas, abandonarlo girando bruscamente a la izquierda por un precioso sendero entre el bosque de pinos y chaparros y que directamente se adentra en la zona de La Alfaguarilla, lugar en el que encontramos un hermoso pino conocido como el Pino Gordo de la Alfaguarilla (1460 msnm).
La puerta de la majada de la Zorra, de la Alfaguarilla, es un gran pino de más de 15 metros de altura y un diámetro de copa de más de 30 metros. Le llaman el 'pino gordo', es un ejemplar de Pinus pinaster, pino resinero, que debería estar incluido en los catálogos de árboles singulares.
Disfrutamos del sitio durante unos momentos para adentrarnos después en la Majada de la Zorra (1450 msnm) y cruzamos usando un serpenteante sendero por medio de un umbroso lugar, cerrado de chaparros que emergen fantasmagóricos entre rocas musgosas y que posteriormente se abren en el espectacular Mirador de los Calares (1490 msnm), sitio que nos permite contemplar a vista de pájaro la vega de Granada, Sierra Elvira y las Sierras de Parapanda y de Madrid.
Desde aquí, en continuo ascenso y siguiendo un zigzagueante sendero llegamos hasta la Cruz de Alfacar o de los Panaderos (1550 msnm), punto estratégico y elevado que nos sigue dejando impresionados por las grandiosas y hermosas vistas panorámicas.
Bajamos por un cómodo sendero cresteando y cerramos el recorrido con la vuelta al Collado de Víznar (1484 msnm), tomando ahora el sendero que hacia el sur y en fuerte y escalonada bajada nos devuelve al punto de partida.
Nos encontramos de nuevo en el Centro de Visitantes de Puerto Lobo, en donde finalmente damos por terminada esta bonita ruta.
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