Siendo las 9 horas de la mañana, un numeroso grupo de senderistas del Poniente Granadino, salen del Parque del Genil en Villanueva Mesía en autobús, para desplazarse hasta la vecina localidad de Moraleda de Zafayona, en donde comienzan su alegre caminar en un día de "Enero, claro y helaero" con el objetivo de conocer el trazado y la interesante historia de este canal de riego conocido como Canal de la Emperatriz.
Las desiertas calles y los vigilantes ladridos de alerta de los perros del pueblo de Moraleda, nos van acogiendo, mientras dirigimos nuestros pasos hacia la Iglesia de Nuestra Señora de las Angustias (siglo XIX - XX) primero y luego hacia La Fuente de El Caño y los Lavaderos (siglo XIX, restaurados entre 2.005 y 2.007, por la arquitecta granadina María de la Barca Fernández - Reinoso Santamaría) en donde nos agrupamos para seguir por un carril de tierra hacia la Presa de Derivación construida sobre el río Cacín, punto en el que se toman las aguas que se encauzan formando el Caz de Luján.
Nota sobre La Fuente: "Cuentan nuestros mayores, que en el último tercio del siglo XIX, se ordenó la canalización de un hermoso manantial que emanaba del corazón de la tierra. Para ello, se construyó un pilar con tres caños de agua donde la gente llenaba sus damajuanas, cántaros y botijos, dos pilares medianos que servían de abrevadero para los animales de arrieros y pastores y un lavadero al que se acudía desde todos los rincones de nuestro pueblo con canastas de mimbre para hacer la colada" (Ayuntamiento de Moraleda de Zafayona).
Seguimos nuestro caminar por Las Majadillas, entre tierras de tarajes, espartos y retamas, con el rio Cacín a nuestra izquierda, para adentrarnos en un olivar por el que sigue transcurriendo el caz y en el que se encuentra el segundo hito de la jornada: el partidor, que divide las aguas en 2/3 para Huétor Tájar (formando el Canal de la Emperatriz) y 1/3 para conformar la acequia de Luján y que toma dirección hacia los pagos limítrofes de Villanueva Mesía.
Las aguas del Canal de la Emperatriz, canalizadas en un grueso tubo metálico de color rojizo, atraviesan y sobrevuelan el cauce del rio Cacín. Como nosotros no podemos hacerlo, tenemos que hacer un gran rodeo para irnos a la otra orilla, y ya sin problema, continuar caminando sobre la tierra que cubre el encauzado canal. A nuestra izquierda, consecutivamente, se van quedando las siluetas del Cerro Rebolondo y del Tajo del Moro, adentrándonos a continuación en las tierras de Las Monjas y del Tajo de la Yegua.
Pronto, llegamos hasta el Caserío del Pozo, en el corazón de la Vega del Cacín. Atravesamos, como el rio, la A-92 por el paraje del Merendero del Grano, para volver a desviarnos a la derecha volviendo a seguir el trazado del Canal y pasando por la Vega del Conde y llegando al restaurado Molino de Tajarilla (mencionado en los Libros de Repartimientos de Loja) que en su día movió sus piedras gracias a la fuerza del agua del canal.
En este punto, un nutrido grupo de senderistas se dirige hacia Villanueva Mesía, en donde da por concluida la ruta, mientras que otro, no tan numeroso, continúa el rastro del Canal entubado, por Las Torres, Molino Calle y por la espalda de Venta Nueva, acceder hasta Huétor Tájar, en donde otro grupo concluye su caminar.
Los "supervivientes" siguen sus pasos por la orilla derecha del rio Genil, girando a la derecha, y tomando el Camino Viejo de Huétor a Villanueva, que transcurre junto a la Vega Vieja y El Soto, hasta llegar a vadear el arroyo Milano y sin dejar la orilla del Genil, por la conocida como Playa de la Verdeja y La Granja, regresar de vuelta al Parque del Genil en Villanueva Mesía, en donde definitivamente damos por concluida esta larga e interesante ruta.
Se puede encontrar una información más detallada e interesante sobre el Canal de la Emperatriz aquí>>>
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