En un día de Enero, claro y "helaero", casi un centenar de senderistas venidos del Poniente Granadino, nos dimos cita en las inmediaciones del Generalife, para realizar la tercera ruta de las XX Jornadas del Senderismo Maleno.
Después de recoger y saborear nuestra torta malena, con la energía a tope, comenzamos a caminar para calentar el adormecido y enfriado cuerpo, desde la rotonda de la Silla del Moro, subiendo por el sendero de la Colada del Barranco del Abogado, que pronto nos lleva entre pinos y bosque mediterráneo hasta las inmediaciones del Llano de la Perdiz.
La Dehesa de La Alhambra tiene una extensión de 55 hectáreas (550.000 metros cuadrados) y alberga casi 6.000 olivos centenarios, de la variedad autóctona "Lucio" (que, aunque poco productiva, ya que sólo fructifica en las partes terminales de los brotes, posee un notable interés histórico y cultural y se caracteriza por su resistencia ante las bajas temperaturas y por su vigor), pinos de repoblación (plantados para evitar la erosión del terreno), bosques mixtos de encinas, coscojas, arces, robles, rosales silvestres y algunas orquídeas.
Nota: La variedad de olivos "Lucio" ya se cultivaba en ésta zona en tiempo del último rey nazarí, Boabdil... los musulmanes relacionaban la planta del olivo con la "Luz de Dios"...
Este paraje enclavado dentro del Parque Periurbano de Granada, forma parte del entorno de la Alhambra y del Generalife, es un sitio muy apreciado por los granadinos, ya que viene siendo lugar predilecto para el encuentro de peñas deportivas, así como para pasear, correr o pedalear en pleno contacto con la Naturaleza.
El Parque Periurbano de Granada, también conocido como Parque de Invierno, se creó por Orden de la Consejería de Medio Ambiente de 8 de Marzo de 1.995 y sus 458 hectáreas, ascienden desde los 800 metros de altitud del Generalife hasta la cota 1.020, junto a las áreas recreativas de la Perdiz y después llanea hacia el Este para, en el punto más extremo, contemplar como el amanecer ilumina las cumbres de Sierra Nevada, y a la derecha caer por el Cerro del Oro hasta llegar al cauce del río Genil por Cenes, y a la izquierda descender entre matorrales y areniscas hacia el valle del río Darro. Contiene zonas de interés arqueológico como el Cerro del Sol, ruinas del palacio de Dar al-Arusa, la Silla del Moro, Aljibe de la Lluvia y el Albercón del Negro.
Una vez en el llano, nos acercamos al mítico Reloj de Sol, un punto estratégico y mirador privilegiado del entorno, desde el que se pueden divisar y situar las cumbres principales de Sierra Nevada y del Parque Natural de Huétor Santillán. Actualmente, el pinar que hay en algunas direcciones, le ha quitado perspectiva a la construcción solar, pero a pesar de ello, todavía es todo un deleite.
Aprovechamos también este sitio para tomar al sol, un ligero avituallamiento, disfrutando del calor agradable que el astro-rey regala a nuestros cuerpos.
Seguidamente nos dirigimos hacia la ladera izquierda del valle del rio Darro, el precioso y desde muy antiguo llamado Valparaíso, adentrándonos poco a poco en un frondoso y umbrío quejigal en el que habitan multitud de especies de pájaros, y por el que transcurre la antigua Acequia Real de la Alhambra, que desde el rio Darro lleva sus aguas hasta el Generalife y al mismísimo corazón de la Alhambra.
Es todo un placer caminar por este sendero, que al encanto natural que ofrecen flora y fauna, une y regala hermosas vistas de Valparaíso, Abadía del Sacromonte, Cerro del Aceituno con las cuevas, vieja muralla zirí y Ermita de San Miguel.
Pronto planeamos sobre el Sacromonte y las Escuelas del Ave María, antesalas de Mi Albaicín, del que el magnífico escritor albaicinero Antonio Monleón Anguita dice:
"...Albaycín o Albaicín, que de las dos maneras se escribe, significa barrio en cuesta, algo que cualquier albaicinero de entonces o de ahora cree que es lo más lógico, porque todo eran cuestas y más cuestas.
…Luego vinieron los eruditos y nos dijeron que significa barrio de los halconeros o barrio de los moros de Baeza."
Personalmente, y como albaicinero me quedo con lo de "barrio en cuesta".
La Acequia Real llega al Generalife escondida en el denso bosque, ofreciendo hermosos rincones y saltos de agua, para despedirse de nosotros. Tomamos ahora el escalonado y pendiente descenso hasta el Camino del Avellano que acometemos con toda la prudencia y cuidado posible para evitar enojosos resbalones y caídas.
Sin más inconveniente, llegamos al camino del Avellano y posteriormente a la famosa Fuente del Avellano (lugar ampliamente valorado desde época árabe, porque sus aguas eran de excelente calidad, muy puras y saludables, y con propiedades curativas, ideales para hacer una buena digestión después de las copiosas comidas), donde se reunía (a finales del siglo XIX y principios del XX) la Cofradía del Avellano (una reunión de amigos, sin domicilio, ni reglamento) presidida por Àngel Ganivet: "para beber agua pura, fortaleciente, y hablar de todo lo divino y lo humano, en la apacible serenidad que infunde aquel apartado y silencioso paraje".
Toca tomar un traguito y algo de avituallamiento. Hace frío, pero la húmeda umbría no hace mella en el ánimo divertido y alegre de los caminantes que ansiosos piensan en el solecito que la ciudad de Granada, pronto nos va a obsequiar calentando nuestros helados huesos.
Sin más detenimiento, descendemos la Carrera del Darro, atascada de "turistas", pasamos junto a la Real Cancillería en Plaza Nueva y dirigimos nuestros pasos hasta la fachada principal de la Catedral en la Plaza de las Pasiegas. En su escalinata acordamos un tiempo de relax por la zona, algo que los senderistas siempre agradecen efusivamente.
Posteriormente, desde allí, seguimos andando por las calles granadinas, pasando junto a la Casa natal de nuestra emperatriz, Eugenia de Montijo y la última casa donde vivió nuestra "mártir por la libertad", Marianita Pineda, hasta terminar en Neptuno, lugar en el que damos por finalizada la ruta y acometemos el regreso hasta nuestros pueblos de origen.
¡Qué hermosa jornada de senderismo hemos vivido!
No hay comentarios:
Publicar un comentario