Jornada de Senderismo en la Sierra de Castril

 

A las 6 de la mañana del domingo 15 de septiembre 2024, estábamos en el autobús que nos iba a llevar desde el Poniente Granadino (Montefrío, Huétor Tájar, Tocón y Villanueva Mesía) hasta la Sierra de Castril para participar en la jornada de senderismo que organiza la Diputación de Granada y el Ayuntamiento de Castril.

Con algún problemilla con las plazas del autobús, que con alguna demora se solucionó, en noche cerrada y algo adormilados viajamos para ver las primeras luces del día en el Puerto de la Mora, y luego ir despertando paulatinamente al atravesar la hoya de Guadix y Baza primero, para luego adentrarnos en las desérticas tierras de Benamaurel y las Almontaras, desde donde la Sierra de Castril, esplendorosamente verde, nos iba recibiendo en el horizonte.

Punto de reunión en el Asador El Cuquillo, cerca de Castril.

Llegamos al punto de reunión en el Asador el Cuquillo, a las puertas de Castril y al pie de su Sierra, para hacer los trámites de recepción: recibir el desayuno, bolsa de avituallamiento, control de asistencia, regalos de bienvenida, etc..., algo que estuvo perfectamente organizado y que se efectuó con total eficiencia.

A continuación tocó desplazarnos en lanzaderas hasta los diferentes puntos de salida de las dos rutas ofertadas: la ruta corta a la Cerrada de la Magdalena o Malena y la ruta larga al Barranco de la Osa y Tejo Milenario. En los dos casos, se salía desde el Asador del Cuquillo y, poco a poco y en gran esfuerzo organizativo, se fue distribuyendo a los cientos de senderistas por el camino del Nacimiento.

Como yo me decanté por la ruta larga, voy a referirme más detalladamente a ella.

Punto de inicio/fin de ruta en el Cortijo del Nacimiento

La lanzadera nos desplazó por grupos hasta el Poblado de la Central en la que se encuentra el Cortijo del Nacimiento. Un paraje espectacular, puerta de entrada al valle en el que nacen y transcurren las cristalinas aguas que conforman el caudal del río Castril. 

Nacimientos del rio Castril

Desde este punto, subimos por un precioso sendero que asciende suavemente hasta la zona de los Nacimientos del río Castril. El agradable sonido del agua nos acompaña... y, de vez en cuando, divisamos sus cristalinas, refrescantes y saltarinas aguas. El cauce baja mermado de caudal (los meses de sequía, se notan). Habitualmente, es en los meses de marzo y abril, cuando normalmente lo hace de forma más generosa y ofrecen su mayor esplendor, pero bueno, el entorno es fantástico y nos agrada notablemente. Tras detenernos un ratito en el Mirador, para disfrutar de la maravillosa vista, de las rajas verticales abiertas en la ladera inclinada de la caliza montaña, y desde donde mana las aguas que forman los nacimientos del río Castril... continuamos nuestra Ruta...

Cabecera del Valle del rio Castril

Posteriormente comienza la subida más pronunciada por una vereda, en un entorno más agreste y pedregoso, que primero transcurre por el margen izquierdo del rio, para en un determinado momento cruzarlo (a estas alturas del valle, el cauce, por desgracia, está totalmente seco), y pasarnos al margen derecho, comenzando la subida escalonada y penosa por una escaleruela acondicionada con palos y cables de acero protectores que contribuyen a hacer más fácil la dura subida. Es este un tramo que hay que acometer con extrema prudencia para evitar caídas, que pueden ser potencialmente peligrosas.

Barranco de la Osa

Poco a poco, vamos cogiendo altura sin parar, asciendo por el tortuoso Barranco de la Osa y pasando por lugares de una sorprendente e impresionante belleza, como son las oquedades de la Cueva de la Osa y algo más arriba llegar hasta el Tejo milenario (de nombre científico "Taxus baccata"), un grandioso árbol, monumento natural que se nos muestra exuberante y de una singular belleza. Tiene más de 8 metros de perímetro, es uno de los más grandes catalogados y está rodeado por escaramujos y majuelos.

Escaleruela del Barranco de la Osa

Cueva de la Osa

Tejo milenario

Toca ahora ascender de forma muy pronunciada por un tramo en rampa, de abundante grava y piedra suelta, con algún peligro, ya que los resbalones y caídas pueden hacerse presentes en cualquier momento, haciendo preciso el uso de una buena técnica de ascenso, uso de los bastones y una elevada dosis de paciente prudencia. El sendero continúa subiendo, zigzagueando, entre algunos ejemplares de pino salgareño.

Panorámicas desde el viso del Barranco de la Osa

Llegados al viso, disfrutamos de unas vistas panorámicas excepcionales, que incluyen a alguna huidiza cabra y el vuelo majestuoso y calmado de unos buitres que desde las alturas nos observan sin sobresaltarse. En este punto, con muy buen criterio y teniendo en cuenta la hora tardía que es, el guía responsable decide volver por el mismo camino, una medida que comprendemos muy prudente y necesaria.

Tubo de la caída de agua en el Cortijo del Nacimiento

El regreso lo realizamos a muy buen ritmo, llegando sin ningún inconveniente destacable al Cortijo del Nacimiento, en donde las lanzaderas, comienza a llevarnos hasta la espléndida Área Recreativa que hay junto al curso del río Castril, en donde recibiremos la recompensa de la jornada: una sabrosa paella regada con fresquita bebida que hace el deleite de los senderistas y quita todas las penas de la dureza del camino.

Como siempre, queremos terminar dando las más efusivas gracias a todas la personas e instituciones (Ayuntamiento de Castril y Diputación de Granada) que han hecho posible la celebración de esta jornada de senderismo en tal espectacular entorno: la Sierra de Castril.

Muchas gracias, y nos vemos por esos caminos.

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