Comenzamos nuestro caminar en Pradollano, en esta ruta de final de verano, convertida en una clásica que nos está permitiendo conocer parajes de la alta-media montaña de una excepcional belleza e interés medioambiental del entorno del Parque Nacional/Natural de Sierra Nevada.
A primera hora de la mañana dejamos nuestros coches en el aparcamiento que hay junto al pilarillo del inicio del asfalto de la carretera de Cumbres Verdes en La Zubia. Desde allí, nuestro amigo Juanma nos traslada hasta Pradollano en Sierra Nevada, punto en el que damos comienzo nuestra aventura.
Son las 9 de la mañana y el lugar todavía no recibe los primeros rayos de sol, por lo que hemos de abrigarnos, ya que a más de 2000 metros la baja temperatura hace acto de presencia.
Nos dirigimos hacia la zona del Mirlo, final de la pista del Río de la estación de esquí y por allí, salvando algunas vallas y cancelas, tomamos dirección oeste, en continuado ascenso-descenso, por una senda que está oculta por densa vegetación: enebros, piornos, rascaviejas, retamas, agracejos, cojines de monja... Aunque existen, de vez en cuando postes indicadores e hitos de piedras es muy recomendable el uso del GPS, que nos reorientará y evitará vueltas innecesarias.
Sin perder la dirección y en un claro sube y baja, vamos superando un rosario de barrancos, todos ellos con su cristalino chorro de agua, posibilitador de una gran biodiversidad. Pasamos por el barranco de Prado Redondo, de Valdeinfierno, de la Genara, del Maguillo, de Riscas Negras y de la Mojonera, siempre acompañados de los mencionados matorrales y de esporádicos majoletos, tapaculos, madreselvas, robles melojos y algunos magníficos ejemplares de pino silvestre endemismo de Sierra Nevada.
A media mañana superamos un primer collado, para pronto llegar al majestuoso Collado de Matas Verdes, punto estratégico y viso que nos permite dejar a nuestra espalda (Este) los espacios de la zona de Pradollano y comenzar a adentrarnos en franca dirección Oeste hacia otra zona en la que referencia es esa preciosa maravilla que es el Trevenque. Decimos adiós a Pradollano y caminamos hacia nuestra nueva referencia, el mencionado pico del Trevenque (el Rey de la Media Montaña).
El sendero mejora, se hace visible, desaparece el espeso matorral y rápidamente nos adentramos en un fantástico bosque de pinos. Descendemos serpenteando y casi sin darnos cuenta nos topamos con la fuente y área recreativa de la Casa Forestal de la Cortijuela. La fuente apenas echa un hilillo de agua, pero está muy fresca, convirtiendo el lugar en un sitio muy apropiado para el avituallamiento. Tranquilamente sentados en las sombreadas mesas, disfrutando de tan bello entorno y espectacular paisaje, damos cuenta del reparador bocata que vuelve a subir los niveles de energía para afrontar el resto del camino.
Ya reconfortados, reemprendemos la marcha a muy buen ritmo, por un espacioso carril, en continuado descenso que con pronunciadas curvas y teniendo a nuestra derecha la mole del Huenes y a la izquierda las crestas arenosas de Trevenque, pronto nos permite atravesar el Puente de los 7 Ojos, que supera al arroyo Huenes, totalmente seco. Sin más demora ascendemos hasta el aparcamiento del Canal de la Espartera, lugar estratégico para tomar un trago de agua a la vez que se contempla la mole del Cerro Huenes y las crestas de los Alayos de Dílar, que ponen primer plano a la Loma de Peñamadura y a la silueta brumosa del Cerro del Caballo en el horizonte.
Acometemos el final de jornada tomando el sendero que, desde el Canal de la Espartera se adentra en la Cañada Miclara para llegar a las tierras del Cortijo Parejo. La calor aprieta y con ansia buscamos la sombra del pinar de Cumbres Verdes, accediendo al amplio carril que baja hacia los Pinos del Carretero, bordeando el lado izquierdo del Barranco Corvales.
En alegre descenso entre los pinos, disfrutamos de la hermosa panorámica de la Vega de Granada, cada vez más diezmada, para sin más demora llegar hasta las primeras casas de La Zubia, dando allí por terminada esta estupenda ruta.
Para la próxima, quedamos confabulados desde ya, para hacer el Camino de los Neveros, pero bueno, esa será otra historia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario