De vuelta a los caminos, senderos y veredas, comenzamos con esta Ruta, "Cresteando por los Tajos del Rio Merchán o de Alhama", las XXI Jornadas de Senderismo Maleno 2.023 - 2.024, organizadas por la Concejalía de Deportes del Ayuntamiento de Villanueva Mesía, que cada vez gozan de un mayor atractivo entre los senderistas del Poniente Granadino.
Hace un domingo fenomenal para el senderismo, de cielo azul, limpio de nubes, con una temperatura fría a primera hora de la mañana, pero que pronto pasó a mostrarse más calurosa, hasta tal punto que, la mayoría, tuvimos que echar mano de la manga corta, para soportar bien a este raro Otoño en el que estamos inmersos.
Desde allí, una vez debidamente preparados de ropa de abrigo, mochilas y bastones al ristre, subimos sin demora, calentando los músculos, hasta el corazón de la ciudad "jameña": la Plaza del Cisne, junto al viejo Castillo árabe, la fachada del Ayuntamiento y la preciosa fuente que se encuentra a las puertas de la Iglesia del Carmen.
Ya en ese venerado lugar, hacemos la primera parada junto al gran panel informativo inicio/fin del flamante PR-A 483, Circular de los Crestones del Cañón de los Tajos de Alhama, sendero homologado, inaugurado el pasado domingo, 2 de Abril, y al que vamos a seguir en gran parte de su recorrido, aprovechando su trazado con ligeras adaptaciones realizadas de acuerdo con las características y nivel de nuestra gente.
Recibidas las instrucciones básicas de desplazamiento del grupo en ruta, nos acercamos hasta la Cruz de los Ajusticiados, en el mismo filo de los tajos para tener una primera impresión del espectacular paraje en el que vamos a adentrarnos y por el que pronto caminaremos.
La Cruz de los Ajusticiados o del Carmen, toma su nombre del cercano convento de Carmelitas Calzados (siglo XVI). El historiador Salvador Raya Retamero (Alhama de Granada, 1.964) la describe en su libro "Historia de Alhama y sus monumentos" (1.992): "Cruz del Carmen: es el lugar en que morían antaño los ajusticiados por los delitos cometidos contra el orden social. Se trata de una cruz latina de proporciones prismáticas, sostenida por un cubo de piedra caliza en la que, en un tosco tarjetón, se grabó la inscripción siguiente: -AÑO DE 1.726 CHARI/TAS XRTI- traducida por: -Año de 1.726 amor de Cristo-. En este mismo lugar fue ajusticiado en 1.726 uno de los ejecutores del robo que se cometió en el próximo convento del Carmen, tal vez de este acontecimiento arranque tan dramática situación."
Las calles desiertas de la aún dormida Alhama nos llevan hasta la puerta del Hospital de la Reina, también llamado Hospital Real, de las Monjas, Eclesiástico, y Hospital Viejo, mandado construir por los Reyes Católicos en 1.485, sobre lo que fue en su día la vivienda del cadí, el juez de la Alcazaba de Alhama. Actualmente en el interior del Hospital de la Reina se encuentran la sede de la Asociación Termalismo de Andalucía y el Centro de Exposición Artesanal de Alhama de Granada. Continuamos paseando por el casco urbano para pegarnos, otra vez, al filo de los tajos y algo más abajo acceder al amplio mirador de las reconstruidas Mazmorras, excavadas en las mismas paredes rocosas de los tajos y realizadas a pico y pala durante la dominación nazarí (siglo XIII). Disfrutamos del espectacular paisaje, con esa sensación de asombro y de admiración que hoy vamos a sentir en repetidas ocasiones, y de eso se trata...
Con cuidado, descendemos por una empedrada y muy empinada escalera de piso y escalones muy disparejos, hasta llegar a un carril muy bien arreglado que hay junto al cauce del río Merchán.
Por un puentecillo, cambiamos a la orilla derecha, encontrándonos ya en la ladera derecha de los Tajos de Alhama. Ahora toca subir por la cuesta de la Cueva del Pringoso, usando un sendero sinuoso y muy desgastado, lo que denota su antigüedad, hasta la misma cresta. Hemos cogido altura, el panorama se amplia y la población se nos abre enfrente, estirada y recostada en el lado contrario. Si cierras los ojos e imaginas las murallas, es muy fácil darse cuenta del sitio tan inexpugnable en el que está situada y el grandioso esfuerzo que había que realizar para su conquista.
Continuamos hacia el Sur, Suroeste, Sur otra vez, por un carril, primero de tierra y luego de asfalto bordeando la cresta, entre pinos, almendros, chaparros y cornicabras, hasta llegar previo desvío a la derecha, a un lugar protegido con unas vallas de madera, es el Mirador de la Chorrera, un sitio perfecto para tomar un descanso, un ligero avituallamiento y disfrutar de las imágenes de los tajos en primer plano y allá en el horizonte Sur, de las siluetas de la Sierra Tejeda con la mole de la Maroma presidiéndolo todo.
Caminamos ahora en bloque por el lado derecho de la carretera A-4150 bordeando la pantaneta, para unos metros adelante, girar a la derecha, tomando otro carril recientemente asfaltado. Pronto dejamos el asfalto, para por una cancela abierta por un lateral, entrar en el cauce por el que va el río Alhama. Es un tramo precioso de bosque de ribera, álamos, tarajes, zarzas, juncos, etc..., que lucen unos brillantes colores propios del otoño, haciendo un auténtico placer el pisar el húmedo terreno.
Vamos superando el cauce del rio y otras charcas gracias a unos puentes de madera que ponen un punto pintoresco al andar, hasta cruzar al otro lado de este espacio, llegando a un amplio carril en donde cambiamos la dirección para dar la vuelta, cerrando aquí la circular que venimos realizando.
Pasamos junto al área recreativa de El Motor y bordeando la pantaneta por su otra orilla regresamos a la A-4150, por la que, otra vez en bloque caminamos hasta desviarnos por el carril que se adentra de lleno en el Cañón de los Tajos de Alhama, engalanado profusamente de los colores del otoño y por el que ahora caminamos en gozoso disfrute.
Vamos ahora por el sendero que tiene a la derecha al rio, y junto a los escarpados tajos de la izquierda, pasamos consecutivamente por la Ermita de Nuestra Señora de los Ángeles, y ya, por un estrecho y encantador sendero, llegamos al espacio en el que están las viejas pilas de lavar de piedra junto a los ruinosos molinos de harina. Alhama ya está al alcance de la mano.
Por un empinado y estrecho camino de piedra, trabajosamente se sube hasta el Mirador de los Tajos, en las inmediaciones de la Iglesia del Carmen.
En esta zona damos por finalizada esta preciosa Ruta. Ahora toca halagarse con las delicias gastronómicas y el buen vino del terreno jameño, que de todo necesita el cuerpo.
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