Cañete la Real es una localidad y municipio español situado en la parte occidental de la comarca del Guadalteba, en la provincia de Málaga, comunidad autónoma de Andalucía. Limita con los municipios malagueños de Almargen, Teba, Ardales, El Burgo, Serrato, Cuevas del Becerro y Ronda; con los municipios gaditanos de Setenil de las Bodegas, Alcalá del Valle y Olvera; y con los municipios sevillanos de Algámitas y El Saucejo.
Su población es de 1.598 habitantes (gentilicio: "cañeteros/as").
El origen del nombre se remonta a la denominación árabe Hisn-Cannit, Hisn-Qanit, o Qanit, que significa castillo de Canit o, según el autor que se consulte, el término cannit hace referencia a los caños que aún existen en los alrededores del casco urbano. El nombre actual deriva de ese término, al que se le sumó el calificativo de Real, tras una orden de Alfonso XI.Sus raíces se remontan al Neolítico, hallazgos de hace más de 3.000 años, cuando los íberos se asentaron en el cerro que denominaron Sabora.Sucesivamente vivieron los romanos (Sabora Flavia), los musulmanes que la llamaron Canit y construyeron la fortaleza ya mencionada de Hisn-Canit.Conquistada por el rey castellano Alfonso XI en 1.330 (1.328?), ratificó a la villa el título de Real, que según la tradición le había dado tras las invasiones bárbaras, el rey visigodo Witiza.Las laderas de las montañas que rodean el municipio (Sierra El Padrastro) están cubiertas de bosquetes de encinas y pinares de monte bajo que trepan entre roquedales calizos. La vegetación mayoritaria es de matorrales de romero y tomillo. Entre la fauna que lo habita podemos encontrar al buitre leonado, el águila perdicera, el búho real, el zorro, el gato montés, etc.En resumen, es una localidad preciosa, fantástica para practicar deportes al aire libre, tales como el senderismo, la escalada o el vuelo libre.
Nuestro caminar se inicia en las inmediaciones del CEIP Nuestra Señora de los Caños Santos, en donde existe espacio amplio para que puedan aparcar los autobuses, aunque hoy, domingo 18 de Marzo, hay una concentración de escaladores y la cosa está más complicada de lo habitual.
Repartimos las tortas malenas y comenzamos nuestro caminar. A la derecha, tenemos la cumbre del cerro de la Horca, lugar de asentamiento milenario (la muy antigua Sabora) por el que pasaron íberos, romanos (Sabora Flavia), visigodos y musulmanes. Descendemos por el enrevesado casco urbano de Cañete, entre empinadas y estrechas callejuelas, que nos llevan a visitar la Iglesia de San Sebastián y la de San Francisco, el Ayuntamiento, el Pósito y el Monasterio de Carmelitas del Santísimo Sacramento y Santa Teresa de Jesús, en donde algunos senderistas no resisten la tentación de comprar algunos de sus afamados dulces. Nos llaman mucho la atención los antiguos escudos nobiliarios que adornan las preciosas y bien conservadas casas señoriales (del siglo XVI al XIX).
Subimos por la calle Pie del Castillo hasta la rotonda del Colegio, en donde comenzamos la segunda parte de nuestro recorrido que se dirige directamente hasta la ladera Sur de la Sierra del Padrastro. una mole espectacular de piedra caliza, con farallones rocosos y tajos cortados verticales que hacen la delicia de escaladores que trepan trabajosamente felices por sus paredes.
Nos disponemos ahora a seguir fielmente el trazado del PR-A 419 "Sendero de las Carboneras".
Sobre nuestras cabezas y aprovechando las corrientes de fuerte viento planean numerosos buitres leonados, que curiosos nos miran... sin apenas mover sus alas... desde las alturas celestes. A su manera, nos dan una acogedora bienvenida.
Recorremos la falda de la Sierra del Padrastro de Este a Oeste, disfrutando de las asombrosas y maravillosas vistas panorámicas del valle del río Guadalteba, exuberantemente verde, con moteados golpes de color (que ponen jaramagos, aulagas, retamas, tomillos, romeros, jaras, matagallos,...) y de olor (el de plantas aromáticas como el almoraduj y la mejorana...) toda una explosión de la Naturaleza, que adelanta la Primavera generosa, en esta tierra agradecida de haber recibido la bendita agua de las lluvias... después de tantos meses de sequía.
En las inmediaciones del cortijo de los Tejanos, nos detenemos para comer, beber y disfrutar de la agradable brisa que acaricia las crecientes y preciosas sementeras.
Abandonamos la Sierra del Padrastro para subir hasta el Parque Eólico de la Escalereta, que bordea el Pinar de las Carboneras, hacia el que dirigimos nuestros pasos, adentrándonos ahora en un espeso bosque en el que conviven plantas propias del bosque mediterráneo (encinas y chaparros) con hermosos ejemplares de pinos.
Seguimos por senderos perfectamente señalizados (con filas de piedras en los márgenes) que luego pasan a convertirse en espacioso carril, descendiendo por la Cañada del Lobo para en baja-sube rompepiernas rodeando la cara Norte del Padrastro, coronar el puerto de la Sopa y regresar de vuelta al casco urbano de Cañete la Real.
Saciamos la sed en diversos caños de agua fresquita y cristalina, "nos abrazamos felices" (siguiendo fielmente las indicaciones de una singular ruta urbana) y subimos la última y dura cuesta de la jornada, que nos lleva hasta las inmediaciones del Colegio, donde se encuentran los autobuses y donde damos por terminada esta bella ruta de senderismo, ya casi primaveral.
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