Volver por esta zona del Parque Nacional de Sierra Nevada es siempre una gozada y un disfrute.
Esta ruta que traemos ahora, parte del parking que hay junto al Canal de la Espartera en la zona del Cortijo Sevilla, y sigue el trazado del PR A-21, estando en su conjunto bastante bien señalizado, con postes indicadores de dirección y un conjunto bastante aceptable de señales y paneles informativos.
Empezamos a caminar desde el parking ya mencionado, para ir subiendo por una vereda muy clara que finalmente nos lleva a la explanada en la que se encuentra un primer panel informativo que nos cuenta sobre las características geológicas de la zona que vamos a recorrer.
A partir de ahora nos metemos de lleno en los conocidos como Arenales del Trevenque, siendo estos el camino más directo para acceder a este pico tan emblemático de la media montaña granadina. Seguimos el sendero que se adentra en los mencionados arenales, hasta llegar a otra explanada en la que encontramos otro gran panel informativo que nos habla de los arenales que pisamos y que además, es un espléndido mirador hacia el Trevenque que ya empezamos a tener más cerca.
El andar por las arenas se hace penoso, seguimos subiendo, La vegetación típica de bosque mediterráneo se hace mucho más evidente, hermosos ejemplares de pino de todas clases empiezan a rodearnos, y paulatinamente vamos dejando el Trevenque a nuestra izquierda, para ir girando poco a poco a la derecha y adentrarnos cada vez más en el valle-barranco por el que transcurre el río Dílar. Desaparece el Trevenque de nuestra vista, y aparecen como un telón inconmensurable y maravilloso los espectaculares Alayos de Dílar, que a partir de ahora siempre serán nuestro referente y tendremos siempre a nuestra izquierda.
El sendero entre pinos, se convierte en un amplio y cómo carril, que en fuerte pendiente desciende hasta el Refugio Forestal de Rosales. Hay una fuente, pero la gran sequía que venimos padeciendo nos la muestra totalmente seca. No importa, ya que estamos en un espléndido mirador natural hacia los Alayos de Dílar. Un interesante panel informativo que nos habla de las cumbres y nombres de los diferentes picos que tenemos delante. Es un grato momento, ya que aparte de poder recuperar fuerzas en avituallamiento, conseguimos sentir un hermoso momento de natural goce y relax.
Continuamos por el carril, descendiendo fuertemente, con grandes zigzags, aumenta la vegetación de ribera entre los pinos. Aparecen cornicabras, álamos, majuelos, etc..., todo anuncia que nos vamos acercando al rio Dílar y a la toma del Canal. El agua de montaña, resuena fuerte y aprovechamos las sombras de unas grandes higueras que hay en este punto, para disfrutar del lugar.
El sendero, sigue bordeando el rio, para empezar a subir de forma suave y constante por la ladera derecha. Poco a poco, vamos cogiendo altura. Nos metemos en una sombreada espesura de pinos y la vista se hace cada vez más aérea. El río Dílar, queda a nuestra izquierda, y apenas lo podemos ver, aunque si se escucha el bravo caer de sus aguar en caudalosas cascadas, transcurriendo cantarín por el valle. Los Alayos permanecen a nuestra derecha, aunque cambiando constantemente su aspecto según la zona por la que se pasa.
A partir de ahora nos metemos de lleno en los conocidos como Arenales del Trevenque, siendo estos el camino más directo para acceder a este pico tan emblemático de la media montaña granadina. Seguimos el sendero que se adentra en los mencionados arenales, hasta llegar a otra explanada en la que encontramos otro gran panel informativo que nos habla de los arenales que pisamos y que además, es un espléndido mirador hacia el Trevenque que ya empezamos a tener más cerca.
Continuamos por el carril, descendiendo fuertemente, con grandes zigzags, aumenta la vegetación de ribera entre los pinos. Aparecen cornicabras, álamos, majuelos, etc..., todo anuncia que nos vamos acercando al rio Dílar y a la toma del Canal. El agua de montaña, resuena fuerte y aprovechamos las sombras de unas grandes higueras que hay en este punto, para disfrutar del lugar.
El sendero, sigue bordeando el rio, para empezar a subir de forma suave y constante por la ladera derecha. Poco a poco, vamos cogiendo altura. Nos metemos en una sombreada espesura de pinos y la vista se hace cada vez más aérea. El río Dílar, queda a nuestra izquierda, y apenas lo podemos ver, aunque si se escucha el bravo caer de sus aguar en caudalosas cascadas, transcurriendo cantarín por el valle. Los Alayos permanecen a nuestra derecha, aunque cambiando constantemente su aspecto según la zona por la que se pasa.
La vereda, cruza el carril que baja hasta el rio, pero nuestro sendero sigue de frente entre pinos. Más adelante, cambia la vegetación, casi desaparecen los grandes árboles y quedan los clásicos, tomillos y romeros. la pared de la derecha se hace escarpada, vertical, cortada en grandes tajos y farallones. Giramos bruscamente a la derecha, dando la espalda al valle y a los Alayos y seguimos ascendiendo hasta meternos de lleno en el solitario Barranco del Buho.
El sendero estrecho y con abundante piedra suelta y escalones, sigue trepando sin descanso hasta finalmente volver a un terreno de arenas, accediendo de lleno a las tierras del Cortijo Sevilla.
Siempre subiendo, dejamos el cortijo a nuestra izquierda y empezamos a ver la explanada de coches, ya que estamos de vuelta al parking, nuestro punto de inicio y final de ruta.
Datos de la ruta:
- Recorrido: Circular, 13,55
- Dificultad: Moderada.
- Tiempo: 4 h 27 minutos.
- Acumulado: 556 m ascendiendo; 625 m descendiendo.
- Velocidad Media: 3 kms/h
- Ver más datos Garmin>>>
Track y perfil de la ruta:
Ver todas las fotos de la ruta aquí>>>
Datos de la ruta:
- Recorrido: Circular, 13,55
- Dificultad: Moderada.
- Tiempo: 4 h 27 minutos.
- Acumulado: 556 m ascendiendo; 625 m descendiendo.
- Velocidad Media: 3 kms/h
- Ver más datos Garmin>>>
Track y perfil de la ruta:
Powered by Wikiloc
Ver todas las fotos de la ruta aquí>>>
No hay comentarios:
Publicar un comentario