¿Dos términos para referirse a lo mismo? ¿Son expresiones diferentes? Es algo que personalmente no tengo claro, o mejor dicho, que no tenía claro. Después de leer y comprender el contenido de este artículo aparecido en http://blog.montana.decathlon.es/travesia-senderismo-trekking/ las ideas se me han aclarado, y por ese mismo motivo, no he tenido reparo en guardarlo en el blog, por si con el tiempo hay que volver a refrescar las ideas.
Modalidades de la travesía
En el mundo de la travesía existen muchos nombres para practicar deporte por la naturaleza o la montaña. Hoy quiero hacerte ver que dependiendo de la dificultad, la duración y el material podemos llamar a nuestras aventuras montañeras de una manera u otra.
¿Qué entendemos por senderismo y trekking?
Comenzaremos por una de las palabras más utilizadas en el mundo de la montaña. El senderismo se define según la RAE como “Actividad deportiva que consiste en caminar por el campo siguiendo un itinerario determinado”. ¿Qué opinas? Creo que la definición es muy exacta. Si bien caminas por la naturaleza, por la montaña o pisando nieve siempre que sigas un camino marcado puedes decir que haces senderismo.
Sin embargo cuando hablamos del trekking vamos más allá. Una de las definiciones que me gustan mucho es aquella que lo define como: “Actividad deportiva que consiste principalmente en caminar con mayor dificultad y un largo tiempo” Cuando pienso en trekking pienso en dos lugares: montaña o viajando por un país.
Principales diferencias en travesía: senderismo y trekking
- Duración: En el senderismo tenemos bien claro que la actividad va a realizarse en un día. Se me ocurre por ejemplo: una subida a un ibón o un pico, hacer una etapa del Camino de Santiago o coger un día las raquetas de nieve y aprovechar a andar por el manto blanco. En todas ellas estamos volviendo a casa una vez que las terminamos. Sin embargo, en el trekking pensamos en una larga distancia que nos apetece recorrer, como por ejemplo: La Ruta del Mont Blanc, o irnos a conocer Vietnam con la mochila a cuestas.
- Preparación: Aquí voy a hablar solo de la capacidad de cada persona. En otro punto hablaré de la logística. Es muy importante conocerte a ti mismo antes de dar el salto al trekking. Adapta tus rutas senderistas a tus condiciones físicas. Ve incrementándote la dificultad y la duración de cada una. E incluso intenta ir haciendo actividades en días seguidos aunque la noche la pases en casa. Cuando hagas en el día rutas de 8 horas estarás listo para aventurarte en el trekking.
- Logística: Cuando sales de senderismo en el día miras el tiempo que hace, te aprendes el itinerario, donde dejar el coche y poder cogerlo a la vuelta, preparas una pequeña mochila con lo que vas a necesitar y listo. En el trekking tienes que tener en cuenta esto mismo multiplicado por cada día de más que vas a estar fuera de casa. Es decir, te preocupas y preparas a los cambios climáticos que preveas, te trazas un plan de recorrido y posibles variaciones y alternativas. Localizas, reservas o te informas de lugares donde poder pernoctar. La mochila que llevarás será más grande.
- Material: Agua, algo de comida, una capa 2 y 3 y algún accesorio concreto que nos haga falta es lo que llevas en tu mochila de senderismo. Seguramente será de 10 a 20 litros si es un paseo. Y de 20 a 40 litros si es la conquista de alguna cima. Cuando vas varios días fuera de casa los “porsiaca” se pueden convertir en tu mejor amigo. Sobre todo cuando pienses estar más de una semana fuera de casa con tu trekking. Además seguro que algún día te encuentras algún paso más complicado y esos crampones y piolet que decidiste cargar te vienen ahora de lujo.
- Conoce a tus compañeros: Si hay algo que es vital es conocer a las personas y su respuesta ante la montaña. Si empiezas a caminar con otras personas no los lleves contigo de primeras a aquellos lugares que conoces y has sufrido para llegar hasta allí. Apóyate en el senderismo para conocerlos. Ofréceles un pequeño recorrido local, después enséñales algún lugar más montañoso, y, poco a poco, igual que hiciste tú, ya iras enseñándoles aquellos picos que te hicieron sudar la gota gorda. Ahora, cuando vayas de trekking, piensa que no solo vas a estar con él durante la actividad. Vas a estar conviviendo. Por eso es muy importante conoceros mutuamente y así tener una aventura inolvidable juntos.
¿Listo entonces para dar ese paso en travesía? Yo ya lo di hace un tiempo y desde entonces no paro de disfrutar de mis trekking. Eso sí, nunca he dejado de lado mis rutas senderistas favoritas para mantenerme en forma y hacer descubrir a amigos y familiares lugares increíbles en la montaña.
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