La prensa nos había mantenido informados de los grandes descubrimientos acontecidos en las inmediaciones de la localidad de Salar, cuando hace unos años (en el 2006), una máquina excavadora que preparaba los terrenos donde se iba a construir la depuradora municipal de aguas residuales, se encontraba de lleno con multitud de restos arqueológicos que correspondían a una antigua villa romana.
Las posteriores excavaciones han ido sacando a la luz nuevos restos arqueológicos, algunos de ellos magníficamente conservados, sobre todo, ricos y coloridos mosaicos, que nos hablan de la importancia que allá por los siglos I al III d C, tuvo la villa de Salar dentro del Imperio Romano, estratégicamente situada junto a las calzadas que comunicaban Illurco e Ilíberis con Anticaria, siendo fundamental para el comercio y transporte de trigo, aceite y vino, los productos estrella que esta zona mediterránea aportaba al gran Imperio Romano.
Las sucesivas excavaciones van sacando a la luz materiales de alto valor arqueológico y de una gran calidad y belleza artística, destacando hermosas ninfas, una venus y magníficos mosaicos llenos de calidad y gran colorido, lo que da lugar a pensar que estamos ante una magnífica villa mandada a construir por un importante y rico personaje dentro del Imperio. Para conocer toda la relevancia histórica de la Villa Romana de Salar y de sus proyectos de futuro, invitamos a visitar el siguiente enlace https://villaromanasalar.com/
Dicho todo lo anterior como preliminar a esta entrada, nos dispusimos a conocer de primera mano tan importante lugar de la comarca del Poniente Granadino, dándonos cita para ello a hora temprana en el Parque del Genil de Villanueva Mesía, en donde recogimos la torta malena y comenzamos la ruta dirigiéndonos hacia la trampilla del río Cacín y subiendo a la Catalana llegar hasta la Venta Nueva, anejo de Huétor Tájar.
Proseguimos la marcha dirección la zona de Calardos, atravesando el túnel bajo de la autovía y caminando por el carril de servicio de la A-92 dirección Málaga por su lado izquierdo. Pronto nos desviamos por un carril de tierra a la izquierda que, entre olivos, nos mete de lleno en el Barranco del Agua.
El Barranco del Agua, nos va a servir ahora de hilo conductor, primero con un muy buen piso de arena y piedra suelta, para luego llegar hasta encajarnos en un cauce de piedra caliza, muy erosionada, con grandes huecos y bañeras, multitud de caídas y cortes del terreno, constituyendo un muy atractivo y peculiar paisaje, en donde la constancia erosiva del agua al paso de millones de años ha dejado un terreno que presenta un aspecto muy singular.
Con cuidado caminamos por entre las resbaladizas piedras durante un buen trecho de más de un kilómetro disfrutando de las caprichosas piedras, seguro disfrute de geólogos y amantes de la naturaleza, hasta llegar al carril cementado de La Cañadilla, en las inmediaciones del antiguo basurero de Salar, ahora por suerte sellado, en donde hacemos un alto para avituallamiento, encaminándonos después hacia la derecha en suave ascenso y entre olivos hasta coger altura y divisar a vista de pájaro al casco urbano de Salar, que se extiende graciosamente a nuestros pies. Estamos en las inmediaciones del cortijo de Peñas Blancas y a buen ritmo nos dirigimos descendiendo hasta Salar.
Recorremos algunas de las calles de Salar, hasta llegar al pórtico principal de la Iglesia Parroquial de Salar, en donde se forman dos grupos, los que dan por terminada la jornada de senderismo (ruta corta) y los que se dirigen a pie por el Camino de las Huertas hasta la Venta del Cruce, punto final de la ruta larga. En microbús nos desplazamos hasta la Villa Romana, sitio en el que Eva (Técnico Municipal y Guía), nos atiende estupendamente y nos explica los pormenores de los hayazgos arqueológicos, encontrados hasta el momento, durante las tres campañas veraniegas realizadas por la Universidad de Granada , de cuya importancia histórica dimos explicación al principio. Gracias, Eva.
La vuelta hasta nuestros puntos de origen en Huétor Tájar y Villanueva Mesía se hizo en microbús.
Datos de la ruta:
- Senderistas: 58 y la perrita Balto.
- Recorrido: Lineal, 15,86 kms.
- Dificultad: Fácil.
- Tiempo en movimiento: 3 horas 47 min
- Desnivel acumulado: 210 m subiendo; 229 m bajando.
- Velocidad media en movimiento: 4,2 kms/h
Track y perfil de ruta:
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