De Pradollano a Monachil

Saliendo de Pradollano

Había muchas ganas de hacer esta ruta. Nos habían llegado bellos comentarios de ella y por fin nos decidimos a hacerla. La realidad, como suele ocurrir la mayoría de las veces, supera con creces lo que imaginábamos y nos ha hecho sentir y vivir una auténtica jornada de senderismo. Es de esos trazados que no te dejan impasible, sino todo lo contrario, te genera ansias de volver, sabedores de que siempre te dejarán huella en lo más profundo.

Comenzamos la jornada bien tempranito, dejando un vehículo en el Parking Municipal de los Cahorros en Monachil, ya que al ser esta ruta lineal es necesario para la vuelta. Con otro coche, subimos por El Purche y carretera de Sierra Nevada hasta Pradollano, dejando el coche en el aparcamiento, ahora gratuíto, de la estación de esquí y teniendo de esta forma controlados los puntos de inicio de inicio/fin de la ruta.

Una vez realizado todos estos necesarios prolegómenos comenzamos a caminar desde el aparcamiento subterráneo ya mencionado, en el que el altímetro nos marca 2143 m, pasando por la zona en donde está el Parque de Actividades Mirlo Blanco y por un puentecillo sobre el barranco, atravesamos el rio Monachil, muy joven y saltarín a estas alturas.

Por un espacioso carril que transcurre por la ladera izquierda del barranco del Monachil comenzamos a subir, para pronto desviarnos por un precioso sendero, que de este a noroeste no dejaremos prácticamene hasta llegar a nuestro punto de destino.

Vamos atravesando multitud de barrancos que vierten sus aguas al Monachil, tales como el barranco del Castillejo, el de Prado Redondo, el de Valdeinfiernos, el de la Genara, el del Maguillo, el grandioso de Riscas Negras y el de la Mojonera. Las panorámicas son espectaculares, la vegetación frondosa y típica de esta altitud, sabinas, enebros, cojín de monja, manchas de borreguiles, majoletos, etc.... que conforme vamos bajando y entramos en la zona de los 1900-1800 metros dan paso a grandes ejemplares de pino negro y robles, sin olvidar las generosas zarzas que crecen entre las piedras de los apriscos y que nos regalan sus sabrosos frutos que ya van apareciendo maduros en estos momentos del final del verano. Son instantes golosos, de gran disfrute y calmado relax, pequeños momentos que siempre regala la montaña y que hay que estar prestos a tomar y siempre a agradecer.

Collado de Matas Verdes

Después de los continuados subes y bajas, llegamos al paraje del Collado de Matas Verdes, que nos permite cambiar de viso y comenzar a disfrutar, dirección suroeste, de unas hermosas vistas de nuestro querido Trevenque, el rey de la media montaña granadina.

Giramos ahora claramente hacia el noroeste, pasando por el barranco de las Dehesillas, el collado Ruquino y El Collado, caminando ahora por un amplio carril intermitentemente sombreado por esbeltos pinos, que nos lleva hasta las inmediaciones del Cortijo de Fuente Fría, Fuente Fría (no la vimos por ninguna parte) y al ahora abandonado, refugio-vivero de Fuente Fría. Este es un buen lugar para recorrer imaginando mejores tiempos del pasado y tomarse un respiro en el camino.

Detrás del refugio sale una senda, entre el bosque de pinos, que comienza a bajar zigzagueante y con gran pendiente y que hay que acometer con la suficiente calma y cuidado, ya que los abundantes escalones y piedras sueltas pueden hacer que el resbalón aparezca cuando menos uno se lo piensa.
Este sendero nos lleva hasta el mirador del Cerro del Castillejo, que pone  a Monachil a vista de pájaro y a nuestros pies.

Panorámica del Valle de Monachil desde el Cerro del Castillejo

Continuamos bajando de la misma forma, hasta llegar a las inmediaciones de la cámara de carga de la central hidroeléctrica de la Vega, y ahora ya por carril unas veces cementado, otras de tierra, atravesar el barranco del Encantado y del Pollino, atravesando una rica vega, cargada de frutales entre los que abundan los cerezos, nogales, nísperos y fértiles huertos que se notan cuidados con ese cariño y mimo ancestral heredado de nuestros antepasados andalusíes.

Al final, llegamos hasta un carril asfaltado, que en fuerte y continua bajada nos lleva hasta el río Monachil, ya bastante crecido, y al que seguimos para finalmente llegar hasta el aparcamiento ya en el pueblo (890 m altura), punto en el que damos por finalizada la ruta.

Datos de la ruta:
- 3 senderistas y la perrita Muesli.
- Recorrido: 21 kms
- Itinerario: Parking Pradollano - Parque Actividades Mirlo Blanco - Barranco del Castillejo - Barranco de Prado Redondo - Barranco de Valdeinfierno - Barranco de la Genara - Barranco del Maguillo - Barranco Riscas Negras - Barranco de la Mojonera - Collado Matas Verdes - Barranco de las Dehesillas - Collado Ruquino - El Collado - Cortijo Fuente Fría - Fuente Fría - Refugio vivero de Fuente Fría - Cerro El Castillejo - Barranco del Encantado - Barranco del Pollino - Parking Los Cahorros en Monachil.
- Tiempo en movimiento: 5 h 54 min - Tiempo total: 6 h 41 min.
- Acumulado: 378 m subiendo; 1742 m bajando.
- Velocidad media en movimiento: 3,5 kms/h

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Relive 'De Pradollano a Monachil'

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