"Ha terminado de subir el último repecho en un día gris, apenas hace un instante ha estado visitando los enterramientos de sus ancestros y por eso viene triste, cargado de recuerdos, sin saber qué le depara el futuro, ni falta que le hace, consciente del presente que tiene encima y de las tripas que suenan pidiendo su ración de alimento. Echa mano a su cantimplora y pega un largo trago que le quita el polvo de la reseca garganta.
El perlado sudor apenas resbala por su frente, lo que no impide que un repeluzno momentáneo causado por el viento frio de la mañana de invierno, le haga volver a la realidad. Se arrebuja entre su chaquetón de pieles buscando alcanzar una acogedora zona de confort.
Y es que contemplar a sus pies el poblado de Gorafe, desde Las Majadillas, enmarcado entre los desérticos surcos y ramblas que su gente llama las Malas Tierras, siempre le produce el mismo fantástico y ensoñador efecto.
La perrilla Balto, levantada en inestable equilibro, le da unos leves toquecitos con sus patitas superiores y fijando una mirada inquisitoria, recuerda insistente y nerviosa que ha llegado la hora de comer.
Mira cariñosamente los ojos oscuros de su leal compañera y, lentamente, suelta su bastón sobre el que permanecía apoyado, descuelga de su espalda el zurrón que forma parte de sí mismo, buscando a la vez, con la vista, un recoveco protegido del despiadado viento y se disponen sin más demora, hombre y animal, a satisfacer el apetito, que casi pasa a ser hambre feroz, cara al sol naciente y que a golpe de cortantes rayos y a duras penas, rompe el cielo plomizo, sin querer perder ni un ápice del espectáculo ofrecido por el horizonte y el valle del rio Gor que mansamente transcurre a sus pies."
Reflexiones de un Hombre de la Edad del Bronce en Las Majadillas de Gorafe.
Luis Díaz, Miércolista al Sol.
Luis Díaz, Miércolista al Sol.
GORAFE: PIEDRAS PARA EL RECUERDO
He soñado... me despierto... y escribo.
Los paisajes que he visto, en el angosto valle del río Gor, están en continua transformación... ya no son lo que fueron ayer, ni serán los que vean los ojos de nuestros descendientes... mañana...
La tradición oral se ha perdido, definitivamente.
Sólo quedan las piedras...para hacernos recordar a todos aquellos que fueron y que ya no son...
Piedras... que nos infunden respeto...que son sólo una imagen desdibujada de lo que en su día fueron, ya hace miles de años...
Desconocemos...casi todo...
Piedras, trabajosamente buscadas, en los bordes de los precipicios, trasladadas al lugar cuidadosamente elegido...y colocadas, cumpliendo las indicaciones de una costumbre ancestral...de la que ya no sabemos nada...
Una sensación de tristeza...y de respeto...me invade...
Me voy del angosto valle, continuamente erosionado... por las aguas del río y las lluvias del cielo...
Veo una manada de cabras, sobre las escarpadas laderas, al otro lado del barranco, ramoneando entre vertiginosas cárcavas... así empezó todo...hace miles de años...un pastor... cuidando a su ganado...en la zona de las Majadillas... Todo se ha transformado...pero nada ha cambiado...
Debemos conservar las piedras...aunque sólo sea en señal de respeto...y de recuerdo.
Antonio Gómez, Miércolista al Sol.
Desde Gorafe, y después de encaminarnos hasta el cerrado y aparentemente abandonado Centro de Información, iniciamos la Ruta de Las Majadillas, pasando junto a la estructura de una fuente, de la que hace tiempo dejó de manar el agua.
Cruzamos el arroyo de Gor y primero por carril y luego por sendero, en fuerte y continuada pendiente, nos encaminamos hasta el paraje de Las Majadillas.
Esta zona está repleta de múltitud de túmulos y dólmenes unos mejor conservados que otros, unos más grandes y otros más pequeños, todos ellos perfectamente orientados hacia la salida del sol, hacia el este, salvo raras e inexplicables excepciones. Hay catalogados más de 200, lo que hace que todo este terreno del valle del Gor, se constituya en uno de los Parques Megalíticos más importantes de España e incluso de Europa.
Una vez recorrida Las Majadillas, bajamos por un cómodo carril que desciende por la zona de las Umbrías de las Llanas para, cruzando el río de Gor, llegar a la carretera GR-6100 que se dirige a Villanueva de las Torres.
Finalmente llegamos a Gorafe, que recorremos subiendo al Mirador de la Virgen de Fátima y del Castillo, lo que nos permite contemplar desde la altura a este pueblo troglodita, que con calles desordenadas e irregulares se extiende abajo.
Datos de la ruta:
- 3 senderistas y la perrilla Balto.
- Recorrido: Circular, 12 kms.
- Tiempo: En movimiento, 4 h 30 min; detenido: 56 min
- Acumulado: 391 m, subiendo; 381 m, bajando.
- Media en movimiento: 3 kms/h.
- Índice dificultad IBP: 49. Ver más datos IBP aquí>>>
Track de la ruta:
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